sábado, 5 de octubre de 2013

CONTRACTURA LUMBAR


Una contractura o rotura muscular puede darse en la espalda al igual que en cualquier otra parte del cuerpo. Las contracturas de la musculatura lumbar son consecuencia de movimientos bruscos (como al intentar levantar del suelo algo que pesa mucho). Si el movimiento no ha sido excesivamente brusco el músculo se contrae como mecanismo de defensa y es lo que llamamos contractura. Si el movimiento ha sido brusco o más allá de los límites fisiológicos del movimiento, podemos encontrarnos con roturas microscópicas de las fibras musculares y es lo que entendemos por rotura o desgarro muscular.

Sin embargo, la lumbalgia aparece tras someter la espalda a tensiones repetidas durante un largo periodo de tiempo ya sea por adoptar malas posturas o por sobreuso. Esta musculatura sufre espasmos y no le llega toda la sangre que necesita, por lo que se debilita. Por eso cuando alguien se queja de dolor en la zona lumbar al agacharse a recoger un papel del suelo, no puede atribuirse el dolor a este movimiento de flexión del tronco en concreto, sino al resultado de tensiones en esta musculatura durante semanas y meses.
Si se sufre un golpe directo en un músculo cercano a un hueso debe tratarse como una contusión.


Los síntomas incluyen:

Un dolor agudo y repentino en la espalda.
Posible tumefacción y hematoma (moratón) en la zona de la rotura.
Dificultad para el movimiento – inclinación anterior, lateral y también para permanecer erguido.
La postura de confort es con la espalda encorvada y las manos en la zona de la contractura

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