martes, 12 de junio de 2012

Cuando darte un masaje deportivo?


El masaje deportivo debería aplicarse para prevenir y luchar contra la fatiga, incrementar la capacidad de trabajo de la musculatura y como medida de apoyo en el tratamiento de lesiones. Por ello, existen cuatro situaciones en las que es muy recomendable acudir a recibir un masaje:
   Masaje de mantenimiento: se basa en realizar un masaje regular programado aplicado según las necesidades anatómicas de una persona y los músculos afectados en un determinado deporte, más propensos a causar problemas. De esta manera se ayuda al deportista a mantener o mejorar el movimiento y la flexibilidad muscular.
   Masaje pre-competición: se usa como calentamiento previo a la prueba con el fin de aumentar la circulación y reducir la tensión muscular y mental antes de la competición. También está basado en las necesidades del deporte practicado, del deportista y del tipo de evento competitivo, pudiendo ser relajante o estimulante.
   Masaje post-competición: su función es la de reducir los espasmos musculares y los desechos metabólicos producidos durante la práctica de un ejercicio intenso. Ayuda al deportista en el proceso de recuperación para volver a los entrenamientos y la competición, reduciendo el riesgo de lesiones.
   Masaje de rehabilitación: por mucho que se intente evitar, habitualmente aparecen calambres, roturas, sobrecargas y contracturas que producen dolor e incluso impiden al deportista seguir entrenando o competir. Con este masaje se acelera el proceso de curación, reduciendo el dolor y aportando nuevas soluciones durante el proceso de rehabilitación.

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